martes, 11 de octubre de 2011

¿Realmente merece la pena?
Piensa, piensa, no pares de pensar.  Pero piensa en lo malo, en todo lo malo, que te ha podido pasar durante todos estos años. En mi y en ti, en los dos. Todos los errores cometidos, todas las malas formas, todos, todos los errores. Sin excluir ninguno. Ahora. Llora, no pares de llorar, suelta las lagrimas más grandes que nunca habías soltado antes. Sigue llorando, pero que no se te olvide seguir pensado en todo lo malo.
Para.
Para.
Deja de pensar. Cálmate. Piensa en blanco, o en jardín lleno de flores preciosas como quieras. Algo el cuál no te recuerde a nada.
Bien. Ponte a pensar. Pero ahora toca algo diferente. Toca algo que de verdad merezca la pena. En lo bueno, bueno. En todo lo que piensas que merece la pena estar donde estas. En este mundo. En lo bueno. Por insignificante que sea. Una carta. Un mensaje. Una llamada. Pequeños detalles. Un beso. Un abrazo. Una sorpresa. Un chiste. Una noche. Un sueño. Ríe. No pares de reírte. Más. Más. Más fuerte. Que se te oiga de aquí a China. De aquí al infinito. Más fuerte. Y sobre todo sin parar.
Ahora. Ahora, si que si!

¿Crees que merece la pena?, ¿Crees que realmente merece la pena?

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